No es necesario soportar la tensión de la vida. Se puede utilizar la respiración como método de relajación, como sustituto a la tensión, para la mente y el cuerpo. Practicar yoga le ayuda a aprender de nuevo ese estado natural en que su cuerpo y mente quiere estar: relajado.
Una respiración profunda es, a la vez, relajante y energizante. La energía que se siente a los pocos minutos de un cuidadoso respirar no es nervioso o hiperactivo, esa energía tranquila es una constante necesidad para todos. La respiración lenta, constante y silenciosa dá un mensaje al sistema nervioso: Mantén la calma.
Libros enteros se han escrito sobre la respiración del yoga. Aquí le aportamos, hoy, 5 minutos de descanso y aliento. (Léase las instrucciones varias veces antes de intentar la práctica.)
- 1. Siéntese con la espalda lo más recta posible. Utilice una silla, si es necesario, pero no se deje hundir en ella. Ponga los pies planos sobre el piso con las rodillas directamente sobre el centro de los pies. Use un libro o un cojín debajo de sus pies si no descansan cómodamente en el suelo. Las manos estarán en la parte superior de las piernas.
- 2. Cierre los ojos suavemente y deje que descansen detrás de los párpados cerrados.
- 3. Piense en sus costillas, en la parte delantera, trasera y en los lados de su cuerpo. Sus pulmones están detrás de las costillas.
- 4. Sienta los pulmones llenándose, expandiendo las costillas hacia arriba y afuera. Sienta el vaciado de sus pulmones, las costillas regresan hacia abajo y hacia adentro. No fuerce la respiración.
- 5. Las primeras veces que lo haga, lo hará por 2 a 3 minutos, y luego hacerlo hasta por 5 a 10 minutos.
En un primer momento, resérvese un tiempo, al menos una vez al día, para hacer esto. Cuando aprenda que le hace sentir, va a querer hacerlo en otros momentos también.
Algunas situaciones estresantes aparecen sin previo aviso, relajarse durante unos minutos todos los días, poco a poco, se convertirá en un hábito de su vida diaria y sus actividades.
