Los ejercicios de yoga fortalecen su cuerpo y le dan más flexibilidad. El yoga también calma su mente y le dá renovada energía. Practicando deporte o ejercicios extenuantes, se utiliza energía. En las clases de yoga, los practicantes manifiestan que se sienten tranquilos y sosegados después de las clases, no obstante, con más energía. A cámara lenta y constante es la clave para entrar o salir de las posturas. Lleve a cabo una pose de yoga durante varios segundos, o incluso minutos, prestando atención a la respiración completa, tranquila. Su instructor de yoga siempre le animará a relajarse ya que los ejercicios se realizan de mejor manera y resultan más beneficiosos.
Coloque suavemente su cuerpo en posturas de yoga. Si se hace correctamente, hay muy pocas posibilidades de lesión o tensión muscular. Una asana en particular no se repite decenas de veces, ni se le anima a exigirse en demasia.
Una sesión de yoga está diseñada para mantener el equilibrio. Se estira hacia la derecha y luego hacia la izquierda. Se inclina hacia atrás y luego hacia adelante. Se aprende a reconocer cuando un lado es más fuerte o más flexible que el otro. Así, la armonía y el equilibrio se logra con la práctica del yoga.
Personas de todas las edades pueden practicar ejercicios de yoga. Se puede modificar fácilmente para satisfacer sus necesidades y condición física. No se deje intimidar por las posturas difíciles que puedan aparecer en un libro de yoga. Un buen maestro puede adaptar la mayoría de asanas con sillas, cojines, incluso una pared u otros accesorios. Una práctica de yoga puede hacerse a medida para cada persona dependiendo de sus necesidades. Si algo es realmente imposible que pueda usted hacer, olvídelo. Nunca compita con uno mismo o contra otros. El yoga es una poderosa forma liberadora de estrés para hacer ejercicio.
El yoga es bueno para aumentar su flexibilidad y aliviar el estrés, pero no suple los ejercicios aeróbicos. Debe hacer ejercicio de forma regular, lo que aumenta su capacidad cardiovascular, le ayuda a perder peso y, para las personas insulino-dependientes (tipo II), con diabetes, al menos, mejora el control de glucosa en sangre.